lunes, 5 de mayo de 2008

maria

¿ES VERDAD QUE LOS CATÓLICOS ADORAMOS A MARÍA?



INTRODUCCIÓN: ¡Cuántas veces no hemos escuchado a los evangélicos y demás cristianos acusar a los católicos de adorar a María como si fuera una “Diosa”!. Desobedeciendo así el primer mandamiento de la ley de Dios dado a Moisés en el monte Sinaí, que dice: “No tendrás otros Dioses a parte de mí” (Éxodo 20, 3).

1. QUÉ ENSEÑA LA IGLESIA CATÓLICA.

Existen tres clases de culto sagrado:

ADORACIÓN: Es exclusividad de Dios:

- “Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor” (Deuteronomio 6,4).
- “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto” (Mateo 4,10).

VENERACIÓN ESPECIAL: Se le da a la Virgen María:

- “El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: -¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo” (Lucas 1,28).
- “- ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo!” (Lucas 1,42).
- “Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán bienaventurada todas las generaciones” (Lucas 1,48).

VENERACIÓN: A los Santos(as).

- “Al hombre bueno se le recuerda con bendiciones” (Proverbios 10,7).
- “El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2,17).


2. QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE MARÍA Y LAS TRES PERSONAS DE LA TRINIDAD.

María es la única criatura humana que tiene una estrecha unión con las tres personas de la Trinidad (Lucas 1,30-35). Ella es:

- Hija de Dios Padre
- Esposa de Dios Espíritu Santo
- Madre de Dios Hijo.

3. QUÉ CUALIDADES MENCIONA LA BIBLIA DE MARÍA.

- La humildad, al contestar al celestial mensajero, la voluntad del Dios Altísimo: “Entonces María dijo: -Yo soy la esclava del Señor; hágase en mí según su palabra” (Lucas 1,38).
- El privilegio de haber sido la mujer escogida para llevar en su seno al Unigénito de Dios: “Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas” (Lucas 1,49). De hecho, la primera persona en reconocer tan gran designo fue su prima Santa Isabel, cuando proclama llena del Espíritu Santo: “¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se movió de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!” (Lucas 1,43-45).
- El haber guardado en su corazón durante treinta y tres años, la fatídica profecía que el anciano Simeón predijo, cuando su pequeño Hijo fue presentado por sus padres en el templo de Jerusalén: “Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: - Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. El será una señal que muchos rechazarán, a fin que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma” (Lucas 2,34-35). Presagio que se cumplió en el santo sacrificio en el monte Calvario, cuando “Junto a la cruz de Jesús estaba su madre” (Juan 19, 25).
- La obediencia a Jesucristo, cuando en las bodas de Caná, les dice a los que están sirviendo el vino: “- Hagan todo lo que él les diga” (Juan 2,5).

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