miércoles, 1 de octubre de 2008

REFLEXION SOBRE EL ABORTO

Carta de una bebé que se está formando en el vientre de su mamá: 'Oigo mucho ruido afuera. Mi mamá esta muy agitada. Al parecer está acostada boca arriba. Yo estoy relativamente cómoda. Alguien dijo algo de anestesia. No sé ni que es, ni para que se usa. Ahora mi mamá parece que duerme, está más relajada.¿Oh, qué es eso? ¿Una aguja hipodérmica? ¡Pero qué grande es! ¿Qué habrá pasado con mi linda mamita?, ¿por qué el doctor la está inyectando? ¿Tendré yo la culpa de que ella se haya enfermado? ¡Ay!, si pudiera acariciarla con mis pequeñas y tiernas manitas, le diría: 'Ya, ya, mamita, no sufras, yo sé que te vas a curar pronto....Pero, ¿qué pasa? Parece que la inyección que le pusieron a mi mami me está afectando también a mí. Siento algo raro en mi cuerpo, como una picazón, hay un escozor en mi piel. Este líquido amniótico que ha sido como un paraíso para mi se está volviendo de sabor amargo, muy salado. Mis ojitos están llorando, me arden mucho. Siento como si se me fueran a salir de sus órbitas. Tengo una sensación muy fea en la yema de mis deditos, como cosquillas, pero con dolor. Yo pienso que a mi mamita le inyectaron algo. Pobre mami, seguro a ella también le está doliendo! Pero anímate mamita, las dos vamos a salir bien de este trance.Siento como que me estoy ahogando. Mi estómago me duele mucho. Es como si me estuviera deshaciendo por dentro. Por favor, mamita, ayúdame; ya no soporto este dolor tan intenso. Parecería como si mis pequeños órganos internos se estuvieran cocinando por dentro.Mami, mami, tengo mucho calor, me falta oxígeno. Parece que tu sangre ya no me da lo que necesito. Mami, por favor ayúdame, yo no me quiero morir! Yo quiero nacer, quiero ver tu cara, ver tu sonrisa cuando me veas por primera vez. Quiero ser arrullada en tus brazos... ¿Te acuerdas cuando me hablabas de la ropita linda que me ibas a comprar; de que tú me enseñarías a jugar con las muñecas? ¿Y que cuando yo creciera las dos íbamos a usar ropa parecida? ¿Qué te sentirías muy orgullosa de mí cuando fuera a mi primer día de escuela? ¿Y qué de los planes que hicimos para celebrar mis quince años? Pero ahora siento como si mi vida se estuviera escurriendo de mi pecho. Mami, ¿me sientes? Estoy estirando mis manitas para tocarte; te estoy empujando la pared de la matriz para pedirte auxilio... para que hagas algo y me ayudes...Un escalofrío tremendo acaba de sacudir todo mi cuerpo. Estoy temblando. Ya no tengo control sobre mis miembros; tiemblan, saltan, se estremecen y me dan calambres. Alguien acaba de decir allí afuera que yo me estoy resistiendo, que no me quiero morir. ¿Es que acaso no me quieren y me están matando? ¿Qué fue lo que hice de malo? ¡No!, ¡NO es posible! Mami, ¿tú también estás participando con mi muerte aun antes que nazca? Mami, por favor contéstame, verdad que tú no...? ¿Verdad que tú me vas a defender? Mami, háblame, como lo hacías unos días atrás..! Mami, mamiiita querida, no me mates por favor!!!Me siento muy débil. Ya no tengo ninguna sensación en mi cuerpo. Todo está borroso. No oigo nada... Mami no me contesta...Pero si es lo que me temo, yo quiero mamita que sepas que yo te perdono. No sé por qué lo haces. Yo todavía no conozco el mundo, y no lo voy a conocer ya. Ya no tengo ninguna fuerza para luchar más por mi vida. Pero te amo, te perdono y te espero en la casa grande de mi Padre celestial... Adiós, mamita, te ama tu hijita que no dejaste nacer!'